El atornillado en caliente consiste en apretar una brida mientras está en servicio. Se utiliza para detener pequeñas fugas estables o como medida preventiva en servicios de alta temperatura o cíclicos. Es potencialmente peligroso y hay que tener la máxima precaución al planificarlo y llevarlo a cabo. No se recomienda como mejor práctica, aunque está muy extendida. Sin embargo, cualquier beneficio potencial derivado del atornillado en caliente debe sopesarse cuidadosamente frente a los riesgos encontrados.