Durlon® 9000 (azul) y 9000N (blanco) se utilizan ampliamente en las industrias de productos químicos, pulpa y papel, alimentos y bebidas, y vagones cisterna. Se ha probado y aprobado para cloro líquido, cáusticos, oxígeno gaseoso y aplicaciones de alta pureza en la industria farmacéutica (9000N, fabricación de componentes sanguíneos). Durlon® 9000 y 9000N están diseñados para aplicaciones en las que se requiere resistencia a productos químicos altamente agresivos. Disponible en blanco sin pigmentar como estilo 9000N. Ambos estilos 9000 y 9000N, (incluyendo la marca) cumplen con los requisitos de la FDA.
Durlon® 9000 ha sido probado a través del "Protocolo de Pruebas" del Instituto del Cloro y figura como un material de junta aceptable para el servicio de cloro seco (tanto líquido como gaseoso) en el Panfleto 95, Edición 3 del Instituto del Cloro. Además, Durlon® 9000 fue probado y aprobado de forma independiente para el servicio de cáusticos por un importante fabricante de productos químicos/cloro. A diferencia de las juntas genéricas de PTFE con relleno de fibra de vidrio, la forma de los rellenos utilizados en Durlon® 9000 no permite la absorción, lo que puede causar corrosión en las caras de las bridas.
Durlon® 9000/9000N ha sido probado y certificado de forma independiente (BAM) para el servicio de oxígeno a presiones de hasta 585 psi (40 bar) y temperaturas de hasta 392 °F (200 ºC), y para el servicio de oxígeno gaseoso. Las juntas para el servicio de oxígeno gaseoso se pueden suministrar a partir de las existencias del distribuidor, siempre que se sigan los procedimientos de limpieza adecuados para el servicio de oxígeno gaseoso antes de la instalación.
Superó la prueba de fuego API 6FA Un accesorio de prueba atornillado de 6" Clase 300 con Durlon® 9000 se sometió a una llama externa durante 30 minutos, seguida de un enfriamiento de 10 minutos durante el cual la temperatura de la llama fue de 875 °C (1607 °F) de media, con el accesorio de prueba a 650 °C (1202 °F) o más durante 19.8 minutos. A continuación, se realizó una prueba de postcombustión de 5 minutos y, a continuación, una prueba operativa de 5 minutos con el sistema despresurizado y, a continuación, represurizado (547 psig de media). Las fugas durante cada fase de la prueba fueron significativamente inferiores a las permitidas.
